Maximiliano A. Donzelli
Head de Research
Los Exchange Trade Funds (ETF) son fondos de inversión que tienen la particularidad de cotizar en bolsa. Su operativa es igual que la de las acciones, es decir, se pueden comprar y vender a lo largo de una rueda al precio existente en cada momento. Son un instrumento intermedio entre los fondos comunes de inversión tradicionales y las acciones.
En lo que ha sido el 2022, tanto los IG como los HY sufrieron salidas y desarme de posiciones, lo cual ha llevado a que los rendimientos ofrecidos aumenten en ambos casos, llegando a niveles similares a los observados a principios del 2022 con el comienzo de la pandemia del Covid-19. Por su parte los IG rinden a la fecha (según el índice elaborado por el Bank of America) un 5,1%, habiendo aumentado unos 2,8pp. , mientras que el índice de los HY ha llegado a rendir por encima del 9% anual.
Para aquellos inversores que tengan menor predisposición a posicionarse en activos de riesgo y busquen un retorno similar a los bonos del Tesoro, sugerimos la siguiente cartera, donde privilegiamos bonos cortos del Tesoro y bonos corporativos cortos de buena calidad crediticia:
Por su parte, el ICSH es un ETF administrado por Black Rock que busca posicionarse en bonos corporativos de buena calidad crediticia con un promedio de vencimiento menor al año, siendo así una alternativa defensiva. Invierte el 40% de sus tenencias en 240 bonos corporativos de buena calidad crediticia y los otros 60% en efectivo o derivados, en lo que respecta a los bonos estos se centran en el sector financiero e industrial, con el 75% teniendo calidad crediticia mayor a A. A la fecha el ETF devenga una TIR del 4,19% con una duración modificada de 0,19, ofreciendo buenos retornos dado su riesgo acotado, con un una convexidad de 0,01.
En lo que refiere a posicionamiento en bonos del tesoro, sugerimos invertir en el ETF SHY que se posiciona en bonos del Tesoro americano con un vencimiento entre uno y tres años, reduciendo así el riesgo de volatilidad de la parte más larga de la curva. A su vez, entendemos que la tasa de interés de estos bonos ya captura las condiciones macroeconómicas que empeoraron con el último dato de inflación y las previsiones sobre la suba de tasa de interés. A la fecha el ETF devenga una TIR del 4,56% con una duración modificada de 1,82., con una convexidad de 0,05.
Buscando obtener mayores retornos y resignando el posicionamiento defensivo, sugerimos complementar la cartera con el ETF de bonos corporativos IG cortos, el SLQD. Este activo está posicionado en bonos de empresas cuya calidad crediticia es de A o mayor, y cuyos vencimientos son menores a los cinco años, ofreciendo así la posibilidad de invertir en activos de calidad sin resignar duración de vencimiento. A la fecha el ETF devenga una TIR del 5,47% con una duración modificada de 2,36, y una convexidad de 0,07.
Armando la cartera con la misma ponderación, se obtiene una TIR a la fecha de 4,74% y una duración modificada de 1,59, obteniendo así retornos similares a un bono del tesoro a dos años con una diversificación de tenencias en corporativos. Dadas las tasas elevadas de los instrumentos a cuál se posicionan los ETFs, un recorte en las tasas de rendimiento (que están en valores históricamente elevados) se vería reflejado de manera positiva en las cotizaciones. A su vez, si comparamos el rendimiento de la cartera a un año atrás contra el índice del Dow Jones Industral (DIA), que se considera un índice apropiado para inversores conservadores, la perdida es menor, dando evidencia que sirve inclusive para posicionamientos defensivos en un contexto de mercado complicado.
Para aquellos inversores que tengan mayor predisposición a posicionarse en activos de riesgo y busquen un retorno similar a la inflación de EEUU, establecemos la siguiente cartera, donde privilegiamos bonos cortos del Tesoro, en conjunto con diversos bonos corporativos:
En lo que refiere a posicionamiento en bonos del tesoro, sugerimos invertir el 10% ETF SHY que se posiciona en bonos del Tesoro americano con un vencimiento entre uno y tres años, reduciendo así el riesgo de volatilidad de la parte más larga de la curva. Sí bien es la parte más conservadora de la cartera, no entendemos que el costo de oportunidad de posicionarse en la parte larga de la curva es muy elevado, por lo privilegiamos el SHY sobre otros ETFs. A la fecha el ETF devenga una TIR del 4,56% con una duración modificada de 1,82, y una convexidad de 0,05.
Dado el contexto actual, sugerimos sumar un 20% de la cartera con el ETF de bonos corporativos IG cortos, el SLQD. Este activo está posicionado en bonos de empresas cuya calidad crediticia es de A o mayor, y cuyos vencimientos son menores a los cinco años, ofreciendo así la posibilidad de invertir en activos de calidad sin resignar duración de vencimiento. A la fecha el ETF devenga una TIR del 5,47% con una duración modificada de 2,36, y una convexidad de 0,07.
En pos de obtener beneficios más elevados y posicionarse en activos de mercados emergentes, posicionarse en un 30% en el ETF PHGY es una buena alternativa. Este ETF administrado por Invesco se posiciona en bonos globales denominados en dólares con retornos elevados y duración menor a los tres años, priorizando bonos corporativos sobre soberanos. Mientras un 50% de las tenencias son por emisores de EEUU, el otro 50% está mayoritariamente en bonos de emergentes, con una posición reducida en Europa y China. A la fecha el ETF devenga una TIR del 9,4% con una duración modificada de 1,2, y una convexidad de 0,06.
Continuando con la búsqueda de retornos elevados, la posición de un 40% en el ETF de bonos de rendimientos elevados (“high yield”), SHYG, cortos ofrece posicionarse en activos de mayor retorno sin irse a una posición mayor a los cinco años de vencimiento. El ETF está posicionado en bonos con calidad crediticia menor a A, lo cual ofrece un retorno más elevado. A su vez, vale considerar que la tasa de estos bonos está en valores ya similares al comienzo de la pandemia Covid-19, por lo que un recorte en las tasas beneficiaria a la cotización del ETF de manera considerable, un escenario que se podría convalidar en un mediano plazo. A la fecha el ETF devenga una TIR del 9,1% con una duración modificada de 2,7, y una convexidad de -0,01.
Armando la cartera con las ponderaciones sugeridas, se obtiene una TIR a la fecha de 8,4% y una duración modificada de 2,7, obteniendo así retornos similares a la inflación de Estados Unidos. Dadas las tasas elevadas de los instrumentos a cuál se posicionan los ETFs, un recorte en las tasas de rendimiento (que están en valores históricamente elevados) se vería reflejado de manera positiva en las cotizaciones. A su vez, si comparamos el rendimiento de la cartera a un año atrás contra el índice de S&P500 y del Nasdaq, que se considera un índice apropiado para inversores moderados y agresivos, la perdida es menor, dando evidencia que sirve inclusive para posicionamientos en un contexto de mercado complicado.
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Analista de Research
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