Termina un año muy positivo en los mercados

¿En qué conviene invertir de cara al 2025?

24.12.2024
  • Luego de un brillante 2024 para los mercados, ahora nos toca analizar qué podemos esperar de cara al año próximo. Después de realizar un análisis detallado, te acercamos las Acciones, Bonos y CEDEARs que vemos con buenos ojos para invertir en un 2025 que se presenta con nuevos desafíos.

Aspectos clave

Panorama Económico🌐

  • Contexto Argentina
  • Contexto Internacional

Hoja de Ruta 2025🗺️

  • Puntos Clave de Cara a 2025
  • Potencial a Pesar de la Adversidad
  • Tiempo de ser Selectivos
  • Oportunidades Regionales: Argentina y Brasil

Alternativas🚀

  • CEDEARS
  • Acciones Locales
  • Renta Fija

¿En qué invertimos?🤔

Renta Variable

Acciones destacadas para invertir 🌟

YPF (YPFD)

Invertir

Transp. Gas del Sur (TGSU2)

Renta Variable

CEDEARs Atractivos🗽

Goldman Sachs (GS)

Russel 2000 (IWM)

Altria Group (MO)

Renta Fija

Bonos que vemos con buenos ojos👍

Lecap Junio (S30J5)

Bopreal 2026 (BPY26)

Bono CER 2026 (TZX26)

Contexto Argentina

  • La economía argentina experimentó un año de grandes cambios de política económica. Desde aquella devaluación de diciembre de 2023, el ritmo de devaluación fue fijado al 2% mensual; el plan de estabilización optado por el Gobierno se basa principalmente en utilizar el tipo de cambio como ancla nominal. Cerramos el año con el último dato de inflación de noviembre marcando un aumento en el IPC del 2,4%, lejos de aquel 25,5% del diciembre pasado. A su vez, muchos avances se han hecho en materia de reducción del déficit fiscal. La actividad económica fue castigada durante el primer trimestre, pero a partir del tercer trimestre de 2024 se han visto mejoras en los números.
  • “El Peso Argentino es la moneda que más se apreció durante 2024”. En lo que respecta al dólar oficial, el mismo se ha fortalecido en más del 40% en el año, principalmente por su anclaje a un crawling-peg del 2% mensual, junto a niveles de inflación que se mantuvieron por encima durante todo el año. La dinámica en los dólares financieros fue la misma, incluso con apreciaciones nominales muy fuertes; la apreciación real fue del 55%. Varios factores han explicado esto. En primer lugar, el ingreso de dólares por exportaciones fue un 17% superior al 2023, junto con un nivel de importaciones golpeado por diversas cuestiones. El “dólar blend”, que obliga a los exportadores a liquidar el 20% de sus exportaciones en el CCL, ha jugado un rol importante al aportar más de $13.000 mil millones de dólares a ese mercado. La política monetaria más contractiva también impulsó la apreciación del dólar, especialmente durante la última etapa del año, ante la necesidad de hacerse de pesos.
  • El principal logro del Gobierno estuvo en bajar la inflación desde niveles del 25% mensual, hasta el último dato de noviembre de un 2,4%, sin pasar por un proceso hiperinflacionario. El proceso de desinflación estuvo impulsado por la política monetaria restrictiva que se implementó. En el medio, el reacomodamiento de los precios relativos estuvo en boca de muchos funcionarios y se han logrado avances en materias de tarifas de servicios, comunicación, transporte público, entre otros. El correcto funcionamiento de una economía depende de que sus precios relativos estén alineados con el mercado racional, mejorando las expectativas de los agentes económicos. Si bien para el último mes del año se espera que, por un factor estacional, el número de inflación sea superior al de noviembre, el consenso se basa en una reducción paulatina de los niveles de inflación durante el primer semestre de 2025. En materia de esto, el mercado se encuentra levemente más optimista que las consultoras privadas. La inflación podría aproximarse al 2% para los primeros meses del año, mientras que después podría perforar ese número y acercarse al 1,5% mensual.

¿Qué esperamos en relación al tipo de cambio?💵

  • Nuestra perspectiva sobre el tipo de cambio continúa estable durante los primeros meses de 2025. Los fundamentos antes mencionados, potenciados por la cosecha 2024/2025, implicarían que el dólar se podría mantener estable. Un factor no menor es la posibilidad de ver intervención del BCRA, mediante la esterilización de pesos; el Central compró más de $4.000 millones desde el anuncio.
  • Pensando en un plazo más largo, el tipo de cambio real (tanto oficial como financiero) se encuentra en niveles bajos en perspectiva histórica. Los procesos de un tipo de cambio apreciado o depreciado pueden durar varios años, y principalmente depende de la política económica llevada a cabo y del tipo de financiación obtenida. Un concepto que hay que tener en cuenta para 2025 es el riesgo asimétrico que existe a la hora de apostar a un dólar estable.
  • Este riesgo se basa en que, partiendo de un nivel de tipo de cambio bajo, el recorrido para arriba es sustancialmente más espacioso que una posible continuidad de la apreciación. Clave tener en cuenta esto a la hora de pensar nuestras carteras para el año que viene.

Contexto Internacional

  • En 2024, las condiciones macroeconómicas se alinearon para ofrecer un desempeño excepcional en los mercados financieros. La inflación disminuyó más lentamente en 2024 en comparación con 2023, pero continuó acercándose a los objetivos de los bancos centrales. La Reserva Federal aplicó recortes en su tasa de referencia de 100 puntos base en el año, y espera 50 puntos básicos más en recortes el próximo año. Esto brindó soporte adicional a los activos de renta fija y redujo presiones sobre los costos de endeudamiento. El crecimiento superó las expectativas. Las economías desarrolladas muestran una expansión del 1.7% en 2024, frente a la estimación inicial del 1.1%, con un desempeño destacado en Estados Unidos como motor clave.
  • El crecimiento en mercados emergentes también superó ligeramente las previsiones, alcanzando un 4.4% frente al 3.9% esperado. Estas condiciones dieron sustento para que las acciones globales registraran rendimientos superiores al 20%, mientras que los bonos también lograron ganancias.

Rendimiento Principales Indices Internacionales

Estados Unidos

  • La economía de Estados Unidos continúa superando a otros mercados desarrollados, impulsada por un sólido sector tecnológico y el inicio del proceso de flexibilización monetaria de la Reserva Federal. En 2024, el crecimiento del PIB se proyecta en un notable 2.7%, muy por encima del 1% estimado inicialmente, aunque el impulso del gasto gubernamental y del consumidor comenzará a perder fuerza en 2025. La inversión empresarial tomará un rol protagónico, mientras que el ahorro de los hogares permanece bajo (4.8%) y los ingresos reales muestran señales de desaceleración, especialmente en los sectores de menores ingresos.
  • El panorama político añade incertidumbre. El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca podría traer nuevos aranceles, recortes fiscales y desregulación, alterando la trayectoria de crecimiento. Si se implementan aranceles más altos, su impacto dependerá del alcance, la respuesta de los socios comerciales y la capacidad de las empresas para absorber los costos. No obstante, cualquier choque inflacionario debería ser temporal (shock), como se vio en la primera administración Trump.
  • Además, el futuro de estímulos clave, como la Ley de Reducción de la Inflación, sigue siendo incierto, aunque su impacto sería limitado en comparación con las inversiones esperadas en inteligencia artificial y la sólida inversión doméstica en curso. Por su parte, el mercado laboral aún se muestra sólido, con una creación de empleo que superó ampliamente las expectativas en su última medición y una tasa de desempleo que se mantiene en niveles históricamente estables del 4.2%.

Europa

  • La economía de la Eurozona atraviesa un período de crecimiento débil, con una expectativa de aumento del Producto Interno Bruto (PIB) de apenas 0.8% en términos reales durante 2024. Sin embargo, este bajo rendimiento oculta importantes divergencias entre los países del bloque. En el sur, España sobresale con un crecimiento sólido, comparable al de la dinámica economía estadounidense, mientras que en las áreas centrales, como Alemania y Francia, el desempeño ha sido mucho más moderado. Alemania, en particular, enfrenta una contracción por segundo año consecutivo debido a un sector manufacturero debilitado, agravado por los problemas económicos de China y la incertidumbre política que siguió a las elecciones inconclusas en Francia.
  • Por otro lado, la dinámica inflacionaria de la Eurozona muestra una tendencia favorable, con una reducción constante de la inflación. Esto permitió al Banco Central Europeo (BCE) posicionarse entre los primeros grandes bancos centrales en comenzar a reducir las tasas de interés en 2024. Con las presiones salariales disminuyendo, se espera que esta tendencia continúe en 2025, situando la tasa de depósito del BCE cerca del 2% hacia finales de ese año, aproximándose al nivel terminal estimado. Esta combinación de baja inflación, tasas de interés más bajas y una base comparativa débil podría generar una mejora significativa en el crecimiento del PIB.
  • A pesar de esto, el riesgo principal para la Eurozona es de naturaleza política. Tanto la política interna, que podría frenar la recuperación económica, como las tensiones geopolíticas, que ejercen presión sobre una economía muy dependiente del comercio global, amenazan el panorama regional. La reelección de Donald Trump en Estados Unidos representa un riesgo inmediato para el bloque, mientras que los conflictos en Ucrania y Oriente Medio siguen siendo factores críticos que podrían alterar el escenario económico.

Asia

  • Los mercados emergentes han sido una decepción para los inversores en las últimas décadas, presentando un desempeño de las acciones que no ha reflejado el crecimiento económico prometido. A pesar de un crecimiento promedio del PIB del 4.3% frente al 1.7% de los mercados desarrollados, los retornos de las acciones en muchos países emergentes han sido insuficientes. La desconexión entre el crecimiento económico y las ganancias corporativas explica en gran medida esta paradoja, donde factores como políticas desfavorables para los accionistas y una excesiva emisión de acciones han limitado el crecimiento de las ganancias por acción (EPS). Además, la dependencia de las exportaciones en lugar del consumo interno sigue siendo un desafío para los mercados emergentes en un entorno de proteccionismo y cadenas de suministro fragmentadas.
  • En particular, China enfrenta un panorama complejo. Se espera que el crecimiento económico proyectado para 2024 se ubique por debajo de las estimaciones de principio de año en 4,8%, con una previsión aún más baja de 4% en 2025. Las dificultades en el sector inmobiliario, una desaceleración del consumo debido al colapso de la burbuja inmobiliaria en 2022, y una creciente presión demográfica plantean serios retos. La riqueza de los hogares ha disminuido en un 30%, y la inflación baja, proyectada en 0.4% para 2024, refleja una economía al borde de la "japonización", término que alude a similitudes con la crisis prolongada de Japón tras su burbuja inmobiliaria en los años 90.
  • Para abordar estos desafíos, el gobierno chino ha implementado medidas fiscales y monetarias ambiciosas. Entre ellas, la recapitalización de bancos, ayudas directas al consumidor y una intervención sustancial en el mercado de la vivienda. Aunque estas iniciativas pueden impulsar el crecimiento a corto plazo, los retos estructurales, como el rápido envejecimiento de la población y la menor participación de la propiedad en la riqueza familiar, limitan las perspectivas de largo plazo.

Petróleo🛢️

  • Se prevé que la economía mundial crezca un 3.0%, impulsada principalmente por países como Estados Unidos, China e India. Mientras las economías de la OCDE experimentarán un crecimiento moderado, las regiones no pertenecientes a la OCDE, especialmente Asia, liderarán la demanda de petróleo. En este contexto, la demanda global de petróleo aumentará en 1.4 millones de barriles diarios (mb/d), con un impulso significativo proveniente de las actividades petroquímicas, industriales y de transporte en países en desarrollo.
  • Por el lado de la oferta, se proyecta un crecimiento de 1.1 mb/d en los suministros de líquidos no pertenecientes a la OPEP, destacando la contribución del petróleo no convencional en Estados Unidos, junto con proyectos offshore en Brasil, Canadá y Noruega. La OPEP continuará gestionando cuidadosamente la producción para equilibrar el mercado, mientras que los niveles de inventarios comerciales en los países de la OCDE, por debajo del promedio 2015-2019, sugieren un mercado más ajustado que podría sostener los precios si la demanda sigue creciendo.
  • Factores geopolíticos, como tensiones en el Medio Oriente y Europa del Este, junto con medidas de estímulo económico en China y una recuperación sostenida en Estados Unidos, serán determinantes para la volatilidad del mercado. En términos de precios, se espera que los principales indicadores, como el WTI y el Brent, se estabilicen entre los 70 y 80 dólares por barril, siempre que el crecimiento de la demanda se mantenga constante y la oferta no aumente de manera desproporcionada.
  • No obstante, existen riesgos al alza, como un crecimiento económico global más rápido de lo previsto o interrupciones en la oferta por tensiones geopolíticas, así como riesgos a la baja, como una recuperación más lenta en mercados clave como China o un exceso de producción en las economías no pertenecientes a la OPEP. En general, los precios del petróleo en 2025 estarán sostenidos por el crecimiento económico en las regiones en desarrollo y una oferta cuidadosamente equilibrada, aunque las incertidumbres persistentes mantendrán la volatilidad en los mercados.

Hoja de Ruta 2025

  • El 2024 marcó un año excepcional para los inversores y el mundo financiero. El Merval alcanzó un máximo histórico, generando un extraordinario retorno del 125% en dólares, acompañado por un sólido desempeño de la renta fija y los bonos locales. A nivel internacional, el S&P 500 no se quedó atrás, devolviendo un destacado 24%. De cara al 2025, exploramos las perspectivas para los mercados globales y locales, abordando las preguntas clave que los inversores debemos plantearnos para trazar el camino en este nuevo año.

Trump 2.0 ¿Qué esperar?👱‍♂️🔴

  • Con Trump asumiendo el cargo, es probable que los mercados estén especialmente enfocados en cómo su enfoque pro-negocios se equilibra con los riesgos de aranceles comerciales, posibles cambios en la inmigración y preocupaciones sobre el déficit fiscal. Las políticas emblemáticas de Trump sobre las cuales basó su campaña como recortes impositivos (entre ellos corporativos), aranceles y desregulación, deberían acelerar la inflación en un entorno no recesivo.
  • Los aranceles, planteados como un impuesto sobre las importaciones, podrían frenar el crecimiento económico al reducir la demanda, aunque es probable que generen un aumento de la inflación a medida que las empresas trasladen estos costos adicionales a los consumidores. Sin embargo, su implementación podría retrasarse hasta la segunda mitad de 2025 debido a la resistencia del Congreso y procesos de revisión, lo que añadiría incertidumbre a los mercados y mantendría la volatilidad elevada.
  • Por otro lado, las políticas pro-crecimiento de Trump, como recortes de impuestos y exenciones para ciertos ingresos, podrían proporcionar un impulso significativo al consumo, ayudando a contrarrestar los efectos negativos de los aranceles. No obstante, estas medidas probablemente ampliarán el déficit fiscal, sumando cerca de $8 billones a la deuda en la próxima década.

 ¿Qué sucederá con la economía en 2025?🤔

  • La economía estadounidense ha desafiado consistentemente las previsiones de recesión desde la pandemia, logrando un crecimiento del PIB real por encima de la tendencia. Se espera que el PIB crezca un 2.6% en 2024, superando el ritmo del 1.8% que muchos consideran la tasa de crecimiento "tendencial". Incluso con una desaceleración moderada en 2025, la economía  exhibe rasgos característicos de un período de alto dinamismo, con un crecimiento que supera la tendencia histórica, una inflación que se mantiene por encima del objetivo del 2% establecido por la Reserva Federal y tasas de interés a largo plazo que se sostienen en niveles elevados cercanos al 4%.
  • El consumo ha sido el motor principal del crecimiento por encima de la tendencia. A pesar de una percepción negativa en los consumidores, las hojas de balance de los hogares permanecen sólidas, con un aumento del 50% en el patrimonio neto de los estadounidenses en el quintil medio de ingresos desde los niveles pre-pandemia. Además, revisiones recientes a las tasas de ahorro revelan un panorama más optimista, mientras que el crecimiento real de los salarios, actualmente en un 4%, supera a la inflación, proporcionando un sustento sostenible para el consumo. Aunque han aumentado las tasas de morosidad, especialmente en los hogares de ingresos más bajos, su impacto en el consumo general es limitado.
  • El mercado laboral, anteriormente sobrecalentado, ha comenzado a moderarse. La tasa de desempleo ha aumentado del 3.5% a alrededor del 4% hacia finales de 2024, mientras que la demanda laboral muestra signos de enfriamiento con menos ofertas de empleo y menores primas para los empleados que cambian de trabajo. Sin embargo, los despidos siguen siendo bajos, reflejando un entorno económico robusto. Un factor a considerar es el posible impacto de las políticas de Trump, que podrían ralentizar o incluso revertir el flujo positivo de inmigrantes, reduciendo la oferta laboral que había crecido en los últimos años.
  • En definitiva, la economía norteamericana muestra un crecimiento robusto que supera las expectativas, con una proyección de alrededor del 2% para el próximo año. Sin embargo, el desafío radica en que la inflación se mantiene por encima del objetivo del 2% establecido por la Fed. Esto, combinado con una economía sólida, brinda a Powell margen para sostener la tasa de referencia en los niveles actuales, posponiendo futuros recortes.

Panorama Geopolítico en 2025⚠️

  • El 2024 fue un año cargado de noticias desde el frente geopolítico, la guerra Ucrania-Rusia sigue dando de qué hablar y las tensiones en medio oriente vieron varios episodios de posibles escalas, que podrían haber llevado a un conflicto bélico más abarcativo en la región. Y si bien, no está claro que es lo que deparará el futuro en ambos frentes, Donald Trump hizo promesas a lo largo de su campaña de que iba a poner un freno finalmente a estos conflictos, aunque si esto sucederá finalmente aun es una incógnita. 
  • Por otro lado, la rivalidad estratégica entre Estados Unidos y China (las llamadas “naciones G2”) continúa intensificándose y generando efectos económicos, tecnológicos y geopolíticos de amplio alcance. En 2025, se anticipan mayores restricciones comerciales bajo la administración Trump, incluyendo aumentos significativos en aranceles a productos chinos, con posibles represalias de China en forma de aranceles a productos agrícolas, restricciones en la exportación de minerales estratégicos y regulaciones más estrictas para empresas estadounidenses. Estas medidas podrían aumentar la inflación, afectar el crecimiento global y disparar la volatilidad en los mercados financieros, mientras los países afectados intentan adaptarse a esta nueva dinámica.
  • En el ámbito tecnológico, la competencia entre ambas potencias se intensificará en áreas  como semiconductores y vehículos eléctricos. Estados Unidos incrementará su apoyo gubernamental para proteger la propiedad intelectual e incentivar la innovación, mientras China acelera sus inversiones en producción de chips y refuerza sus lazos comerciales con mercados emergentes. 
  • Además, si Trump decide finalmente avanzar con tarifas a productos europeos, estos podrían buscar estrechar lazos con China nuevamente, a modo de represalia y necesidad en el escenario actual. 
  • En definitiva, todavía persiste mucha incertidumbre sobre lo que hará Trump en el ámbito internacional y si llevará a cabo todas sus recientes “amenazas” o si estas son, en realidad, solo una herramienta más de negociación. Lo que sí está claro es que las tensiones entre China y Estados Unidos continuarán intensificándose, y los lazos que estas potencias establezcan con otras naciones, tanto desarrolladas como emergentes, serán determinantes para definir el rumbo del comercio internacional.

Potencial a pesar de las Adversidades👍

  • Algunos años, como 2021 o 2023, han seguido a períodos de caídas en los precios de las acciones y bajas valuaciones, mientras que otros, como 2025, llegan después de fuertes repuntes. El incremento del S&P 500 en 2024 ha sido uno de los más destacados desde 1928, y más notable aún es que esta tendencia alcista comenzó en octubre de 2023, impulsada por el optimismo ante el pico de la inflación y la posibilidad de un giro en la política de la Reserva Federal.
  • La expansión de los ratios P/E en el mercado alcista actual ha llevado las valuaciones de las acciones a niveles históricamente altos, especialmente en Estados Unidos. Para el mercado de renta variable estadounidense, el P/E proyectado a 12 meses supera con creces su promedio y máximo de los últimos 20 años. Aunque esto se debe en parte a las altas valuaciones de las grandes empresas tecnológicas, incluso excluyéndolas, el mercado estadounidense sigue operando en niveles extendidos de valuación. Este aumento en las valuaciones ha sido, en cierta medida, impulsado y justificado por los recortes en las tasas de interés. Sin embargo, las tasas de interés a largo plazo se han mostrado más rígidas. La desconexión entre los rendimientos de los bonos y las valuaciones de las acciones sugiere una caída en la prima de riesgo de las acciones (ERP), lo cual solo puede explicarse por una mayor confianza en el crecimiento futuro.

Expectativas de crecimiento en los beneficios empresariales de renta variable global

  • Dicho esto, seguimos siendo optimistas respecto al mercado norteamericano. Los recortes de la Reserva Federal y las prioridades políticas declaradas por el presidente electo Trump apuntan a un desempeño superior del crecimiento de Estados Unidos en comparación con otras regiones importantes. Creemos que esto se traducirá en un crecimiento de ganancias más sólido, aunque difícilmente veamos rendimientos como los obtenidos en 2023 y 2024.

Tiempo de ser Selectivos🔍

  • El mercado de renta variable se encuentra con un entorno favorable, con la Fed aún avanzando en su programa de flexibilización, una economía global fuerte y un nuevo gobierno de Trump que busca reducir impuestos corporativos y llevar a cabo mayores desregulaciones. Sin embargo, las valuaciones actuales dejan poco margen para que las acciones globales vuelvan a ver un año espectacular, sobre todo si los rendimientos del tesoro de mediano y largo plazo se mantienen en niveles elevados (4,5% la tasa de 10 años actualmente), dejando un ERP (prima de riesgo de las acciones) de tan solo 2,4% para el mercado norteamericano.
  • De nuestro lado, vemos oportuno empezar a adoptar estrategias con un mayor grado de “seleccionalismo”. Los retornos futuros estarán impulsados más por el crecimiento de ganancias corporativas específicas que por una expansión de las valoraciones generales. Esto exige que los inversores busquen empresas con fundamentos sólidos, márgenes sostenibles y perspectivas de crecimiento realista, en lugar de depender de un aumento generalizado de los precios de las acciones.
  • La alta concentración del mercado también refuerza la necesidad de diversificar. Actualmente, un pequeño grupo de empresas, particularmente en el sector tecnológico, domina el desempeño de los índices globales. Si bien estas compañías han liderado gracias a fundamentos sólidos y una capacidad de crecimiento significativa, su alto peso en los índices y sus valoraciones premium las hacen vulnerables a posibles correcciones. Esto impulsa la necesidad de explorar oportunidades en sectores menos favorecidos o regiones con valoraciones más atractivas, como mercados emergentes selectos.

Oportunidades Regionales: Argentina y Brasil🎯

  • En el caso de Argentina, el optimismo está respaldado por avances significativos en el programa de estabilización económica liderado por la administración actual. La inflación, aunque todavía alta, ha mostrado un descenso sostenido, con proyecciones de una mayor moderación para 2025. La consolidación fiscal y la mejora en la percepción de riesgo país han generado un entorno más atractivo para la inversión, especialmente en sectores clave como energía y minería, que prometen un ciclo de crecimiento impulsado por la inversión. Sin embargo, dado el contexto electoral hacia octubre de 2025, es prudente anticipar una mayor volatilidad en los meses previos.
  • Por otro lado, Brasil presenta valuaciones atractivas, con expectativas de recortes significativos en la tasa Selic a finales de 2025, lo que podría generar un impulso positivo en sectores sensibles a los tipos de interés, como el de materiales y consumo discrecional. No obstante, el contexto político actual, caracterizado por políticas fiscales expansivas y desafíos en la ejecución de recortes presupuestarios, genera un entorno de incertidumbre que limita el potencial de corto plazo del mercado brasileño.

Mantenemos una postura optimista respecto al mercado argentino, más allá de la volatilidad que pueda surgir a raíz de las elecciones de medio término, vemos algunos catalizadores claves que podrían dar un impulso mayor a las acciones locales:

  • Levantamiento del cepo.
  • Reclasificación de Argentina como “Mercado Emergente”.
  • Buen desempeño en las elecciones que le permita al gobierno facilitar mayores reformas estructurales.

Todas estos catalizadores favorecen la llegada de inversiones internacionales al país, por lo que somos optimistas de cara al 2025, con una marcada preferencia por el sector energético. En Brasil, aunque actualmente neutrales, consideramos que un posicionamiento gradual en activos brasileños será estratégico a medida que las expectativas de recortes de tasa y las elecciones presidenciales se acerquen. En el período preelectoral, se recomienda una rotación parcial desde activos argentinos hacia brasileños. De esta manera, preferimos mantener las posiciones actuales en acciones argentinas y empezar a sumar acciones de Brasil gradualmente a partir de la segunda mitad del año.

Nuestras Alternativas🚀

  • Dado el contexto actual, favorecemos alternativas internacionales más conservadoras para los primeros meses del año. El mercado parece haber descontado ya un sólido desempeño de la economía para el próximo año, impulsado por el reciente rally en sectores pro-cíclicos. Sin embargo, aún falta mayor claridad sobre la agenda del nuevo presidente de Estados Unidos, especialmente en lo referente a su política exterior. Por su parte, la Reserva Federal, inclinándose hacia una pausa en su programa de flexibilización monetaria para evaluar con mayor certeza el trayecto de la inflación, ha reducido sus expectativas de recortes en 2025 a solo dos, en lugar de los cuatro anticipados en la reunión de septiembre. En este contexto, anticipamos un aumento de la volatilidad durante el primer trimestre.
  • No obstante, una vez que el presidente asuma su cargo y establezca una hoja de ruta clara, despejando las incertidumbres actuales, las posibles medidas como recortes de impuestos y desregulación podrían brindar un impulso adicional a los mercados.

CEDEARs

Goldman Sachs (GS)

  • Los bancos principales y regionales enfrentan menos presión en el margen de interés neto con recortes más lentos en la tasa de referencia. Además, esperamos que un crecimiento sostenido compense las presiones sobre los márgenes de interés, y la desregulación bajo la próxima administración de Trump será un fuerte impulso para los bancos.
  • Goldman Sachs sobresale como una sólida alternativa dentro del sector financiero al ser el principal beneficiario de una recuperación en mercados de banca de inversión, como M&A, ECM y DCM.

CEDEARS

Altria Group (MO)

  • Con un rendimiento de dividendos del 7.7%, ofrece una fuente confiable de ingresos pasivos en comparación con sus pares​. Nos gusta Altria como una alternativa conservadora para el 2025, con un P/FCF de 10,7x, elevados márgenes de rentabilidad y un crecimiento proyectado sostenido para los próximos años producto de su estrategia de diversificar su cartera de productos más allá de las alternativas de humo tradicionales.
  • Además, se espera que enfrente menores presiones regulatorias tras la elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, del cual se espera que tenga un enfoque menos restrictivo y ayude a mitigar riesgos regulatorios.

CEDEARs

Russell 2000 (IWM)

  • Las empresas de pequeña capitalización, que están cotizando a un descuento histórico en comparación con las de gran capitalización, deberían beneficiarse de futuros recortes de tasas y cualquier indicio de mejora en la economía.
  • Además, el proteccionismo de Trump debería beneficiar principalmente a estas compañías dada su baja exposición a mercados internacionales relativo a las de mayor capitalización.

Acciones Argentinas

YPF (YPFD):

  • A pesar de haber visto un rally fenomenal en el último tramo del año, seguimos viendo una valoración sumamente atractiva por parte de las acciones de YPF con un EV/EBITDA de 4,62x.
  • Presenta un potencial de crecimiento enorme sujeto a sus proyectos de expansión en Vaca Muerta, por lo que sigue siendo nuestro activo favorito para un perfil más agresivo.

Acciones Argentinas

Transportadora Gas del Sur (TGSU2):

  • Los incrementos tarifarios realizados este año y que se espera siga otorgando ENARGAS dejaron a TGS en una excelente posición financiera y con potencial de seguir creciendo sus ingresos, sujeto además a los atractivos proyectos de expansión de sus activos en Vaca Muerta.
  • La capitalización y liquidez de la compañía en el mercado la vuelven un posible receptor de flujo extranjero ante una mayor entrada de inversiones internacionales.

Bonos

LECAP Junio - S30J5

  • Esta letra capitalizable rinde 2,5% mensual, con un vencimiento en junio de 2025.
  • Luce atractivo fijar esta tasa con una perspectiva de tipo de cambio estable en el corto plazo e inflación a la baja.
  • Una posible baja en el crawling-peg podría venir acompañada de una baja en la tasa de política monetaria (positivo para tasa fija).

Bonos

BOPREAL 2026 - BPY26

  • Bono emitido por el BCRA con un rendimiento anual del 10% en dólares.
  • Opción dolarizada que nos permitirá reducir la exposición al riesgo de tipo de cambio.
  • Alternativa más conservadora y menos volátil que los bonos soberanos con vencimiento total dentro de la administración actual.

Bonos

Boncer 2026 - TZX26

  • Pensando en un perfil más agresivo, el TZX26 rinde 8,8% anual, y tiene una duración de 1,40 años. 
  • Tasas reales en torno al 9% son interesantes para mantener un retorno mensual 0,75% por encima de la inflación.

Maximiliano A. Donzelli

Mánager de Estrategias de Inversión

Ezequiel Riva Roure

Estratega de Inversión

Santiago Peña Göttl

Estratega de Inversión

Martín Marando

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Thiago Marino

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