Petroleras: ¿Momento de tomar ganancia?

2.07.2022
  • En un escenario donde recientemente la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) aplicó una nueva suba de la tasa de interés de referencia (incremento de 75 puntos básicos), la más alta de los últimos 30 años, pero a su vez también recortó las previsiones de crecimiento para la economía, surge la siguiente pregunta: ¿es momento de comenzar a reducir posiciones en el sector energético luego del buen contexto del primer semestre del año?
  • En el presente reporte brindaremos una respuesta, analizando el contexto actual y el comportamiento que ha tenido tanto el petróleo, como las acciones compañías relacionadas con la industria, en períodos de recesión.

El petróleo ante un escenario de desaceleración

  • El reciente anuncio de la Fed, donde comunicó una suba de 75 puntos básicos en la tasa de interés (la suba más alta desde 1994) generó una fuerte incertidumbre en los mercados. A esto debemos añadir también, y como mencionamos previamente, el recorte en las previsiones de crecimiento, las cuales pasaron de 2,8% a 1,7% para 2022. Mientras que también corrigieron a la baja las proyecciones para 2023 y 2024. A esto, se le sumó que varios bancos de inversión y analistas han advertido que hay más probabilidades de que, en los próximos doce meses la economía norteamericana entre en recesión. Los factores detallados provocan algunas dudas sobre la posibilidad que los precios de los commodities se sostengan en estos altos niveles. Esta duda, ya se ha empezado a materializar con las primeras correcciones. En este contexto, cabe hacerse la pregunta si el escenario planteado no representa una alternativa de cierre de las posiciones que mantenga el inversor en el sector petrolero.
  • Hay que tener presente que en el año las cotizaciones de las acciones de empresas energéticas aumentaron un 29% en dólares comparada con la caída del índice S&P 500 del 20% en el mismo periodo. Teniendo en cuenta que, no solamente un contexto de elevadas tasas de interés provoca una baja en los precios internacionales de los commodities, sino que también, en caso de que la Fed mantenga su postura monetaria hawkish(restrictiva), podríamos afrontar una economía estadounidense en recesión. Adicionalmente, y en esta misma sintonía, la Reserva Federal de Nueva York ve probabilidades de un “soft landing”, es decir de una leve recesión económica para 2022 en un 10%.
  • Ahora bien, repasemos la relación entre crecimiento económico y evolución del precio de los commodities y, especialmente, del precio del barril de petróleo.

Como se puede apreciar en el gráfico, los años de desaceleración económica (resaltados con una sombra gris), coinciden con correcciones en el precio del barril de petróleo. Debemos aclarar que, durante los últimos 20 años la baja del precio no responde al crecimiento económico como único factor, pero si, el hecho de que ocurra una caída del nivel actividad tiene como consecuencia una corrección en el valor del mismo. Esto fue algo que ocurrió tanto durante la crisis punto com (2001), como durante la crisis subprime (2008-2009) e inclusive durante el pico de la pandemia por COVID, en marzo de 2020.

  • También debemos sumar a nuestro análisis el comportamiento de los commodities en un contexto de fortalecimiento del dólar multilateral. Actualmente, el índice DXY, como se lo conoce al índice que replica la performance del dólar ante una cartera dada conformada por otras monedas (libra, euro, yen, etc), se encuentra cotizando en valores máximos que no alcanzaba desde fines de 2016. Por supuesto que esto responde a una política monetaria más agresiva por parte de la Fed, la cual ha incrementado la tasa en lo que va del año en 150 puntos básicos y generó el fortalecimiento de la moneda estadounidense.
  • En el gráfico que se detalla a continuación se observa claramente la correlación inversa que existe entre el precio del WTI y el dólar estadounidense. Queda evidenciado como cada período de fortalecimiento del dólar trae aparejado una disminución en los precios del petróleo. Sin embargo, durante 2022 ocurrió un fenómeno particular. La mayor demanda de petróleo impulsada principalmente por el conflicto que se desató a finales del mes de febrero entre Ucrania y Rusia, generó que, durante varios meses, a pesar de la acelerada suba que experimentó el dólar, esta fuera acompañada también por un rally del petróleo. Este último, desde el mes de febrero hasta hoy alcanzó una suba de aproximadamente 20%, mientras que el DXY tuvo un incremento en torno al 9%.
  • Debemos resaltar que, en el contexto actual, lo que esperamos es que el dólar continúe fortaleciéndose. Una prueba de ello es el “dot plot” (expectativas de los miembros de la Fed) que se dio a conocer luego del último Comité Abierto de la Reserva Federal. En el mismo se revela que los miembros de la Fed esperan que la tasa finalice el año cerca del 3,4%, lo que representa una revisión al alza de 150 puntos básicos de las estimaciones del mes de marzo. De esta manera, y teniendo en cuenta la relación inversa que existe entre ambos activos, sería lógico esperar una cierta desaceleración por parte del precio del petróleo, teniendo en cuenta que, en el contexto descripto, el dólar continuará apreciándose dado la suba de tasas de interés esperada.

Adicionalmente, también podemos visualizar esta situación en el siguiente gráfico, en el cual se detalla la relación entre el índice DXY y el precio del petróleo. En el mismo vemos que el ratio conformado por ambos activos se encuentra actualmente en torno a los valores más bajos de los últimos 10 años, inclusive ubicándose en niveles cercanos a 1,4 desvíos respecto al promedio.

¿Qué podría seguir impulsando al petróleo?

  • No podemos dejar de mencionar que, a pesar de lo factores enumerados previamente, existen algunos elementos que podrían llegar a generar que el precio del barril del petróleo se mantenga alcista. En primera instancia tenemos el factor China, una economía que se encuentra en la fase opuesta del ciclo y que recientemente ha informado positivos datos en cuanto a producción manufacturera. Si bien actualmente China es un socio comercial de Rusia y ha resuelto la mayor demanda energética a través del comercio bilateral con este último, podría suceder que en un futuro si la economía entra en una fuerte etapa expansiva se viera necesitado de incrementar su demanda, situación que podría generar ciertas presiones sobre el precio del petróleo.
  • Por otro lado, está presente el factor europeo. Actualmente la Unión Europea como respuesta a la invasión de Rusia a su vecino país Ucrania, le ha impuesto una serie de sanciones dentro de las cuales destaca la prohibición de todas las importaciones de petróleo por vía marítima. Por supuesto que esto podría generar un impacto a medida que entramos en una etapa del año donde finaliza el clima cálido en el hemisferio norte y se comenzará a demandar más energía. Sin embargo, esto que podría ser un factor que genere presiones alcistas sobre el petróleo, dependerá de la extensión de las sanciones, ya que la mayoría de ellas tienen una extensión hasta diciembre de 2022.
  • Por último y no menor que los anteriores, se encuentra el factor referente a la economía estadounidense. No estamos exentos de que finalmente no ocurra la esperada desaceleración (situación cada vez más probable), que la inflación comience a ceder de forma anticipada y por lo tanto permita a la Reserva Federal llevar adelante una política monetaria más laxo, situación que favorecería a evitar la mencionada desaceleración de la economía norteamericana.

Impacto en las empresas del sector

Habiendo analizado el comportamiento del precio del petróleo ante un escenario de suba de tasas y desaceleración económica, resta verificar si esto podría generar un impacto en la cotización de las compañías que se relacionan más directamente con el activo en cuestión.

Resumen performance empresas del sector petrolero vs WTI

En el gráfico detallado abajo, se muestra la evolución de los precios durante los últimos 10 años, de las dos principales compañías norteamericanas del sector, Chevron (CVX) y Exxon Mobil (XOM), y también del ETF representativo del sector energético, el XLE. Es claro cómo, a pesar de la dispersión, los tres activos mencionados tienden a repetir el movimiento que realiza el WTI

  • Sin embargo, es aún más interesante lo que sucede cuando acotamos el período de análisis a los últimos 2 años. Durante el período en cuestión se evidencia todavía más claramente la correlación existente entre la cotización de las acciones de las compañías con el precio del petróleo. De hecho, se producen dos fenómenos particularmente interesantes en este plazo. Por un lado, se produce un aumento de las correlaciones entre Chevron y el WTI y Exxon Mobil y el WTI. Mientras que, por otro lado, tanto las petroleras mencionadas como el WTI alcanzan su valor más alto de cotización el día 8 de marzo de este año, situación que no hace más que reforzar la correlación existe entre los activos en cuestión.
  • Adicionalmente, es clara la dispersión que presenta el rendimiento del sector en comparación con el mercado. En un año donde el S&P alcanza un rendimiento negativo superior al 20%, el WTI refleja una suba superior al 39%, y las compañías petroleras presentan una performance que va desde el 20% hasta el 30%

Por último, observamos que esta situación también se repite entre las acciones de compañías que, si bien se encuentran relacionadas con la producción energética, su negocio no es estrictamente el de extracción y procesamiento de petróleo. Por caso, este grupo de análisis lo componen empresas como Tenaris, Halliburton o Schlumberger. En este caso, lo que se observa también las acciones de las compañías enumeradas tienden a moverse en la misma sintonía que lo hace el WTI, la correlación con este, y como era de esperarse, es inferior al de las petroleras propiamente dichas.

Efecto en acciones latinoamericanas

  • Hasta el momento queda claro que las variaciones en el precio del petróleo generan una tracción en mayor o menor medida sobre la cotización de las acciones de las compañías del sector. Sin embargo, resta entender si esto también aplica a las acciones de empresas latinoamericanas. Precisamente este punto no es menor, debido a que como queda evidenciado en el gráfico, el petróleo no genera la misma incidencia en los precios tal cual sucede con compañías internacionales.

De esta manera se desprende, que existen otros factores igual de importantes y que responden a cuestiones de carácter exógeno más propias de las economías latinoamericanas como puede ser deuda externa, dinámicas inflacionarias, panorama político, etc. Esto que mencionamos se ve reforzado cuando analizamos las variaciones experimentadas por las acciones en cuestión. Si tomamos en cuenta la performance durante 2022, donde el WTI registra una suba cercana al 40%, únicamente Vista Oil&Gas refleja una performance claramente positiva, habiendo incrementado su cotización en torno al 26%. Sin embargo, tanto Petrobras, como Pampa Energía e YPF se encuentran lejos de mostrar una situación similar, mostrando rendimientos en lo que va del año de aproximadamente 6%, -3% y -16% respectivamente.

Conclusión

  • Más allá del escenario actual que llevó a un boom del precio del petróleo y de los commodities en general, entendemos que, un contexto distinto, configurado por tasas de interés más altas, desaceleración económica y fortalecimiento del dólar generaría un entorno hóstil para que el petróleo mantenga su tendencia alcista. De hecho, y como quedó evidenciado en los distintos gráficos expuestos, el precio del barril del petróleo (WTI) tiene una baja performance en contextos donde conjugan los factores mencionados.
  • Adicionalmente y no menor a los demás factores, esto ocurre en un año donde el principal índice de la economía estadounidense ha entrado en un bear market (mercado bajista), mostrando una caída superior al 20% solamente en los primeros 6 meses del año. Esta situación no hace más que enfatizar el desacople existente en comparación con el precio del WTI y de las acciones de las compañías que conforman el sector (con excepción de las empresas latinoamericanas), las cuales vieron un crecimiento superior al 20%, lo que grafica una dispersión de al menos 40 puntos porcentuales en relación al mercado.
  • Por ello, sugerimos bajar exposición o cerrar posiciones en el sector energético principalmente norteamericano. Para aquellos tenedores de CEDEARS como ETF XLE y acciones de Exxon Mobil (XOM) y Chevron (CVX) se sugiere tomar ganancia parcial o totalmente a fin de estar líquidos para futuras oportunidades en el sector o en otros sectores.

Maximiliano A. Donzelli

Head de Research

Damián Vlassich

Analista de Research

Lucas Buscaglia

Analista de Research

Potenciá tus ahorros con la mejor información

De la mano de nuestros expertos

Conocé más