Maximiliano A. Donzelli
Head de Research
Como se puede apreciar en el gráfico, los años de desaceleración económica (resaltados con una sombra gris), coinciden con correcciones en el precio del barril de petróleo. Debemos aclarar que, durante los últimos 20 años la baja del precio no responde al crecimiento económico como único factor, pero si, el hecho de que ocurra una caída del nivel actividad tiene como consecuencia una corrección en el valor del mismo. Esto fue algo que ocurrió tanto durante la crisis punto com (2001), como durante la crisis subprime (2008-2009) e inclusive durante el pico de la pandemia por COVID, en marzo de 2020.
Adicionalmente, también podemos visualizar esta situación en el siguiente gráfico, en el cual se detalla la relación entre el índice DXY y el precio del petróleo. En el mismo vemos que el ratio conformado por ambos activos se encuentra actualmente en torno a los valores más bajos de los últimos 10 años, inclusive ubicándose en niveles cercanos a 1,4 desvíos respecto al promedio.
Habiendo analizado el comportamiento del precio del petróleo ante un escenario de suba de tasas y desaceleración económica, resta verificar si esto podría generar un impacto en la cotización de las compañías que se relacionan más directamente con el activo en cuestión.
En el gráfico detallado abajo, se muestra la evolución de los precios durante los últimos 10 años, de las dos principales compañías norteamericanas del sector, Chevron (CVX) y Exxon Mobil (XOM), y también del ETF representativo del sector energético, el XLE. Es claro cómo, a pesar de la dispersión, los tres activos mencionados tienden a repetir el movimiento que realiza el WTI
Por último, observamos que esta situación también se repite entre las acciones de compañías que, si bien se encuentran relacionadas con la producción energética, su negocio no es estrictamente el de extracción y procesamiento de petróleo. Por caso, este grupo de análisis lo componen empresas como Tenaris, Halliburton o Schlumberger. En este caso, lo que se observa también las acciones de las compañías enumeradas tienden a moverse en la misma sintonía que lo hace el WTI, la correlación con este, y como era de esperarse, es inferior al de las petroleras propiamente dichas.
De esta manera se desprende, que existen otros factores igual de importantes y que responden a cuestiones de carácter exógeno más propias de las economías latinoamericanas como puede ser deuda externa, dinámicas inflacionarias, panorama político, etc. Esto que mencionamos se ve reforzado cuando analizamos las variaciones experimentadas por las acciones en cuestión. Si tomamos en cuenta la performance durante 2022, donde el WTI registra una suba cercana al 40%, únicamente Vista Oil&Gas refleja una performance claramente positiva, habiendo incrementado su cotización en torno al 26%. Sin embargo, tanto Petrobras, como Pampa Energía e YPF se encuentran lejos de mostrar una situación similar, mostrando rendimientos en lo que va del año de aproximadamente 6%, -3% y -16% respectivamente.
Head de Research
Analista de Research
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